1 de junio de 2015

La discapacidad no es una realidad biológica y personal, sino es de naturaleza social y cultural

Entrevista con Ignacio Calderón Almendros, Profesor de la Universidad de Málaga
Departamento de Teoría e Historia de la Educación

1. El arte y la discapacidad: ¿terapia, educación, integración, participación? 

Las personas con discapacidad tienen aún que cargar con todo el estigma generado desde el modelo médico por el que se han visto dominadas históricamente: la concepción de personas incompletas o enfermas, y que por tanto han de ser curadas, ha eclipsado cualquier perspectiva educativa.

De ello se deriva que mientras unas personas se educan, otras han de invertir el tiempo en curarse, porque su estar en el mundo es incorrecto. Por eso se entiende que es necesario integrarlas, ya que tienen que aprender a vivir como establece la norma y asumir sus postulados. Así se utiliza la hidroterapia en lugar de la natación, la musicoterapia en vez de la educación musical, la arteterapia en el sitio de la educación artística.

No se trata de negar la naturaleza terapéutica que tienen, por ejemplo, las artes o el deporte, sino de señalar el estigma interesado que hemos generado los profesionales con respecto a estas y otras actividades cuando se destinan a personas con discapacidad. Y no es hasta que ellas deciden, que se pueden generar nuevas construcciones más justas.


2. ¿Qué importancia tiene la socialización a través de la expresión artística en personas con alguna discapacidad? 

Las artes constituyen espacios de gran potencial para construir contrahegemonía, para crear posibilidad en un mundo muy dirigido y controlado por la norma. Para empezar porque las instituciones educativas valoran fundamentalmente las disciplinas basadas en las inteligencias lingüística y lógico-matemática, en detrimento de las materias que nacen y desarrollan el resto de inteligencias.

Por tanto, dar valor a éstas implica de inicio una forma de resistir a la imposición normativa, a la vez que la acción dentro de ellas puede ser muy productiva: al ser infravaloradas por las instituciones están menos controladas por ellas, lo cual permite la construcción de alternativas.

Por otra parte, los lenguajes del arte, a diferencia de la lengua, no condenan las diferencias, sino que se asientan en ellas para su desarrollo, y esto supone una herramienta de gran calado para la construcción de sociedades democráticas, para el avance en nuevas formas de relación y para la socialización más allá de los límites de la normalidad.

3. ¿Cómo ayuda la expresión artística al desarrollo de la participación ciudadana en personas con discapacidad?

La expresión en general es por sí misma participación. Paulo Freire entendía la lectura como comprensión de la realidad, y la escritura como su transformación. En este sentido, expresar es siempre participar: tener palabra propia y hacer con ella nuestro aporte en el mundo.

Y si todos y todas tenemos la necesidad de expresarnos, más imperiosa es la demanda de las personas a las que históricamente se les ha negado la palabra. En este sentido, la personas con discapacidad están ávidas de ser escuchadas y reconocidas en sus interpretaciones, luchas y demandas. Constituyen, aún hoy, un colectivo cosificado por el resto, especialmente por los profesionales: personas que al ser nombradas por otras, se convierten en cosas (en ceguera, en parálisis, en síndromes…), y quedan encarceladas en las palabras.

La expresión artística permite romper con la cosificación a la que se ven sometidas, puesto que supone una participación radical: la expresión de un yo profundo más allá de las limitaciones del lenguaje que oprime, valiéndose de la creatividad, de la construcción de nuevas realidades que permiten no solo el conocimiento de la persona más allá de la etiqueta, sino el reconocimiento de la misma.

4. Sobre la capacidad crítica: ¿cómo pueden las personas con discapacidad ejercer sus capacidades críticas para mejorar su relación con el entorno? 

En realidad no creo que las personas con discapacidad tengan que mejorar su relación con el entorno. Es precisamente el entorno el que está en deuda con las personas con discapacidad, de la misma forma que ha ocurrido con otros colectivos históricamente oprimidos.

Y ese cambio que ha de producirse en los contextos de las personas con discapacidad impulsaría una transformación radical en el posicionamiento del colectivo y su participación. La capacidad crítica aparece en la medida en que se posibilita el contraste, y muchas personas con discapacidad siguen siendo oprimidas por los profesionales, las familias, las escuelas, las administraciones, etc.

Tenemos intereses en que continúen en sus posiciones de desventaja, para lo que es importante que no se potencie el contraste, que genera la posibilidad de cuestionar nuestros privilegios. En cualquier caso, las personas con discapacidad están tomando la iniciativa y construyendo herramientas de análisis de gran calado para reinterpretar la realidad que compartimos.

5. ¿Qué nuevos modelos de integración, visibilización, interrelación con el entorno y socialización se fomentan en la educación de personas con discapacidad? 

Como ya comentaba, el concepto de integración lleva aparejada la visión inmovilista de la cultura y las relaciones sociales que hemos ido generando hasta ahora. Por eso, integrar implica fagocitar e inhibir cualquier idea, comportamiento o sentimiento que se salga de las directrices del grupo dominante.

En lo referente al terreno educativo, el modelo no es otro que la inclusión, que entiende al otro o la otra como radicalmente igual a mí, como sujeto con los mismos derechos que yo mismo. En esta línea, las personas con discapacidad (así como otros colectivos que son objeto de exclusión en la escuela) en tanto que legí- timos ciudadanos, están llamados a ser el reactivo para la transformación de la institución escolar.

No han de adaptarse a una escuela que sigue siendo exclusora, sino que tienen la llave para cimentar una institución que atienda educativamente a todos y todas cuestionando la norma en lugar de cuestionar a las personas.

 6. ¿Qué propuestas se hacen a la sociedad, educadores, familia, administración, para la educación e integración de personas con discapacidad mediante la comunicación? 

Las redes sociales y en general las nuevas posibilidades comunicativas que han traído las TICs están permitiendo una mayor potencialidad de las acciones creadas desde las bases sociales, lo que implica para las personas con discapacidad mayor presencia, visibilidad y participación.

Por ejemplo, el auge de los blogs elaborados por ciudadanos y ciudadanas con discapacidad están permitiendo nuevas formas de socialización, la captura de experiencias cotidianas y la posibilidad de unión de familias en torno a problemáticas y luchas comunes. Un video casero hoy puede ser difundido por las redes sociales de forma inmediata, lo que facilita el cuestionamiento de muchas representaciones sociales sobre la discapacidad.

De la misma forma, ha posibilitado que el colectivo se organice para construir resistencias y luchas en pro del reconocimiento de los derechos humanos de todas las personas, como ocurre con el Foro de Vida Independiente.

 Por último, estas mismas herramientas permiten que las investigaciones puedan tener más presentes las voces de las personas con discapacidad a la vez que facilitan la difusión de resultados más allá de las fronteras que establecen los canales tradicionales de la academia. En definitiva, las TICs están permitiendo romper fronteras entre la experiencia de la discapacidad, el análisis académico, el activismo y la transformación social.

7. ¿Qué se hace en el entorno en el que te mueves profesionalmente para visibilizar a personas con discapacidad mediante la comunicación y la expresión artística? 

El principal compromiso al que estamos dedicando esfuerzos es a generar conocimiento desde las experiencias de las personas que viven situaciones de exclusión y vulnerabilidad, entre ellas las personas con discapacidad.

Esto supone acercarnos a un conocimiento que ya existe y que ha sido deslegitimado y ninguneado por los investigadores al provenir del colectivo de personas con discapacidad. El gran avance de las últimas décadas ha provenido precisamente de la unión entre investigación, activismo y personas con discapacidad, lo que ha generado el modelo social de la discapacidad, confrontando al tan extendido modelo médico.

En este sentido, se hace necesario devolver la legitimidad robada a las voces de las personas con discapacidad y sus contextos próximos, que han logrado construir nuevas formas de entender la realidad humana y las relaciones sociales.

Estas interpretaciones deberían nutrir las interpretaciones de las ciencias sociales en general para reconstruir el conocimiento acumulado, que carece de esta perspectiva. Y todo ello implica un acercamiento de la ciencia al compromiso ético y político de los investigadores, al entender que la ciencia no es neutra y que favorece la inclusión o la exclusión.

8. Otras perspectivas que se deseen añadir a esta temática. 

Detrás de lo comentado en estas líneas subyace la interpretación de que la discapacidad no es una realidad biológica y personal, sino que fundamentalmente es de naturaleza social y cultural, ya que las causas personales no explican la exclusión social a la que se ven sometidas.

Tenemos intereses en mantener los privilegios que se derivan de dicha diferenciación, opresión y exclusión. En la pronunciación de la ceguera, la sordera, la enfermedad y la deficiencia mental, la movilidad reducida… damos por sentadas mentiras que nos ofrecen la falsa seguridad de que todo lo vemos, lo escuchamos, lo entendemos, lo podemos.

Que nada nos duele ni nos falta. Y es en esa falacia que oprime a otros y otras para salvarnos de la precariedad consustancial a nuestra naturaleza, que todos y todas resultamos oprimidos bajo el poder de la norma, la homogeneidad y la infelicidad.

Es por tanto en el reconocimiento mutuo donde se encuentra la clave para una construcción cultural que nos dignifique y nos ayude a recomponer nuestra humanidad.


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Nicolau tiene 8 años y dos ordenadores que maneja como le da la gana, está acabando con vida del tercer iPod y no soporta ruidos fuertes. Empezó hablar antes en inglés que en catalán o castellano. Su primera palabra era “dit” – dedo en castellano – yo estaba de viaje y me llamaron desde casa para decir: ha dicho “dit”.. todavía recuerdo la habitación del hotel donde entonces estaba.. grabada ya para siempre en mi cabeza… Nicolau esta dentro del Trastorno Espectro Autista y su mundo es sorprendente y enriquecedor, es un privilegio estar invitado a conocerlo. Quiero que lo conozcas también.