Entrevista con Ignacio Calderón Almendros, Profesor de la Universidad de
Málaga
Departamento de Teoría e Historia de la Educación
1. El arte y la discapacidad: ¿terapia,
educación, integración, participación?
Las personas con discapacidad tienen aún que cargar
con todo el estigma generado desde el modelo
médico por el que se han visto dominadas históricamente:
la concepción de personas incompletas o enfermas,
y que por tanto han de ser curadas, ha eclipsado
cualquier perspectiva educativa.
De ello se deriva
que mientras unas personas se educan, otras han
de invertir el tiempo en curarse, porque su estar en
el mundo es incorrecto. Por eso se entiende que es
necesario integrarlas, ya que tienen que aprender a
vivir como establece la norma y asumir sus postulados. Así se utiliza la hidroterapia en lugar de la natación,
la musicoterapia en vez de la educación musical,
la arteterapia en el sitio de la educación artística.
No
se trata de negar la naturaleza terapéutica que tienen,
por ejemplo, las artes o el deporte, sino de señalar
el estigma interesado que hemos generado los profesionales
con respecto a estas y otras actividades
cuando se destinan a personas con discapacidad. Y no
es hasta que ellas deciden, que se pueden generar nuevas
construcciones más justas.
2. ¿Qué importancia tiene la socialización
a través de la expresión artística
en personas con alguna discapacidad?
Las artes constituyen espacios de gran potencial
para construir contrahegemonía, para crear posibilidad en un mundo muy dirigido y controlado por la
norma. Para empezar porque las instituciones educativas
valoran fundamentalmente las disciplinas basadas
en las inteligencias lingüística y lógico-matemática,
en detrimento de las materias que nacen y desarrollan
el resto de inteligencias.
Por tanto, dar valor
a éstas implica de inicio una forma de resistir a la imposición
normativa, a la vez que la acción dentro de
ellas puede ser muy productiva: al ser infravaloradas
por las instituciones están menos controladas por
ellas, lo cual permite la construcción de alternativas.
Por otra parte, los lenguajes del arte, a diferencia de
la lengua, no condenan las diferencias, sino que se
asientan en ellas para su desarrollo, y esto supone una
herramienta de gran calado para la construcción de
sociedades democráticas, para el avance en nuevas
formas de relación y para la socialización más allá de
los límites de la normalidad.
3. ¿Cómo ayuda la expresión artística
al desarrollo de la participación ciudadana
en personas con discapacidad?
La expresión en general es por sí misma participación.
Paulo Freire entendía
la lectura como comprensión
de la realidad, y la escritura
como su transformación.
En este sentido, expresar
es siempre participar:
tener palabra propia y hacer
con ella nuestro aporte en
el mundo.
Y si todos y todas
tenemos la necesidad de expresarnos, más imperiosa
es la demanda de las personas a las que históricamente
se les ha negado la palabra. En este sentido, la
personas con discapacidad están ávidas de ser escuchadas
y reconocidas en sus interpretaciones, luchas
y demandas. Constituyen, aún hoy, un colectivo cosificado
por el resto, especialmente por los profesionales:
personas que al ser nombradas por otras, se
convierten en cosas (en ceguera, en parálisis, en síndromes…),
y quedan encarceladas en las palabras.
La expresión artística permite romper con la cosificación
a la que se ven sometidas, puesto que supone
una participación radical: la expresión de un yo profundo
más allá de las limitaciones del lenguaje que oprime, valiéndose de la creatividad, de la construcción
de nuevas realidades que permiten no solo el conocimiento
de la persona más allá de la etiqueta, sino
el reconocimiento de la misma.
4. Sobre la capacidad crítica: ¿cómo
pueden las personas con discapacidad
ejercer sus capacidades críticas para
mejorar su relación con el entorno?
En realidad no creo que las personas con discapacidad
tengan que mejorar su relación con el entorno.
Es precisamente el entorno el que está en deuda
con las personas con discapacidad, de la misma forma
que ha ocurrido con otros colectivos históricamente
oprimidos.
Y ese cambio que ha de producirse en
los contextos de las personas con discapacidad impulsaría
una transformación radical en el posicionamiento
del colectivo y su participación. La capacidad
crítica aparece en la medida en que se posibilita el
contraste, y muchas personas con discapacidad siguen
siendo oprimidas por los profesionales, las familias, las
escuelas, las administraciones, etc.
Tenemos intereses
en que continúen en sus
posiciones de desventaja,
para lo que es importante
que no se potencie el contraste,
que genera la posibilidad
de cuestionar nuestros
privilegios. En cualquier
caso, las personas con discapacidad
están tomando la
iniciativa y construyendo herramientas de análisis de
gran calado para reinterpretar la realidad que compartimos.
5. ¿Qué nuevos modelos de integración,
visibilización, interrelación con el
entorno y socialización se fomentan en
la educación de personas con discapacidad?
Como ya comentaba, el concepto de integración
lleva aparejada la visión inmovilista de la cultura y las
relaciones sociales que hemos ido generando hasta ahora. Por eso, integrar implica fagocitar e inhibir cualquier
idea, comportamiento o sentimiento que se salga
de las directrices del grupo dominante.
En lo referente
al terreno educativo, el modelo no es otro que
la inclusión, que entiende al otro o la otra como radicalmente
igual a mí, como sujeto con los mismos
derechos que yo mismo. En esta línea, las personas
con discapacidad (así como otros colectivos que son
objeto de exclusión en la escuela) en tanto que legí-
timos ciudadanos, están llamados a ser el reactivo para
la transformación de la institución escolar.
No han de
adaptarse a una escuela que sigue siendo exclusora,
sino que tienen la llave para cimentar una institución
que atienda educativamente a todos y todas cuestionando
la norma en lugar de cuestionar a las personas.
6. ¿Qué propuestas se hacen a la sociedad,
educadores, familia, administración,
para la educación e integración
de personas con discapacidad mediante
la comunicación?
Las redes sociales y en general las nuevas posibilidades
comunicativas que han traído las TICs están permitiendo
una mayor potencialidad de las acciones creadas
desde las bases sociales, lo que implica para las
personas con discapacidad mayor presencia, visibilidad
y participación.
Por ejemplo, el auge de los blogs
elaborados por ciudadanos y ciudadanas con discapacidad
están permitiendo nuevas formas de socialización,
la captura de experiencias cotidianas y la posibilidad
de unión de familias en torno a problemáticas
y luchas comunes. Un video casero hoy puede ser
difundido por las redes sociales de forma inmediata,
lo que facilita el cuestionamiento de muchas representaciones
sociales sobre la discapacidad.
De la misma
forma, ha posibilitado que el colectivo se organice
para construir resistencias y luchas en pro del reconocimiento
de los derechos humanos de todas las
personas, como ocurre con el Foro de Vida Independiente.
Por último, estas mismas herramientas permiten
que las investigaciones puedan tener más presentes
las voces de las personas con discapacidad a la vez que
facilitan la difusión de resultados más allá de las fronteras
que establecen los canales tradicionales de la academia. En definitiva, las TICs están permitiendo
romper fronteras entre la experiencia de la discapacidad,
el análisis académico, el activismo y la transformación
social.
7. ¿Qué se hace en el entorno en el que
te mueves profesionalmente para visibilizar
a personas con discapacidad
mediante la comunicación y la expresión
artística?
El principal compromiso al que estamos dedicando
esfuerzos es a generar conocimiento desde las experiencias
de las personas que viven situaciones de
exclusión y vulnerabilidad, entre ellas las personas con
discapacidad.
Esto supone acercarnos a un conocimiento
que ya existe y que ha sido deslegitimado y
ninguneado por los investigadores al provenir del colectivo
de personas con discapacidad. El gran avance
de las últimas décadas ha provenido precisamente de
la unión entre investigación, activismo y personas con
discapacidad, lo que ha generado el modelo social
de la discapacidad, confrontando al tan extendido modelo
médico.
En este sentido, se hace necesario devolver
la legitimidad robada a las voces de las personas
con discapacidad y sus contextos próximos, que
han logrado construir nuevas formas de entender la
realidad humana y las relaciones sociales.
Estas interpretaciones
deberían nutrir las interpretaciones
de las ciencias sociales en general para reconstruir
el conocimiento acumulado, que carece de esta perspectiva.
Y todo ello implica un acercamiento de la ciencia al compromiso ético y político de los investigadores,
al entender que la ciencia no es neutra y que
favorece la inclusión o la exclusión.
8. Otras perspectivas que se deseen
añadir a esta temática.
Detrás de lo comentado en estas líneas subyace la
interpretación de que la discapacidad no es una realidad
biológica y personal, sino que fundamentalmente
es de naturaleza social y cultural, ya que las causas
personales no explican la exclusión social a la que se
ven sometidas.
Tenemos intereses en mantener los
privilegios que se derivan de dicha diferenciación, opresión
y exclusión. En la pronunciación de la ceguera,
la sordera, la enfermedad y
la deficiencia mental, la movilidad
reducida… damos
por sentadas mentiras que
nos ofrecen la falsa seguridad
de que todo lo vemos,
lo escuchamos, lo entendemos,
lo podemos.
Que nada
nos duele ni nos falta. Y es en esa falacia que oprime
a otros y otras para salvarnos de la precariedad consustancial
a nuestra naturaleza, que todos y todas
resultamos oprimidos bajo el poder de la norma, la
homogeneidad y la infelicidad.
Es por tanto en el reconocimiento mutuo donde
se encuentra la clave para una construcción cultural
que nos dignifique y nos ayude a recomponer nuestra
humanidad.
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Nicolau tiene 8 años y dos ordenadores que maneja como le da la gana, está acabando con vida del tercer iPod y no soporta ruidos fuertes. Empezó hablar antes en inglés que en catalán o castellano. Su primera palabra era “dit” – dedo en castellano – yo estaba de viaje y me llamaron desde casa para decir: ha dicho “dit”.. todavía recuerdo la habitación del hotel donde entonces estaba.. grabada ya para siempre en mi cabeza… Nicolau esta dentro del Trastorno Espectro Autista y su mundo es sorprendente y enriquecedor, es un privilegio estar invitado a conocerlo. Quiero que lo conozcas también.
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