Ver al Nicolau abrazando
a su hermana o primo, o verle corriendo
por la calle gritando de lejos: “Hola” para darles un achuchón es una cosa nueva para
nosotros.
Hasta ahora se
relacionaba bien con adultos, interactuaba, compartía momentos de alegría y cariño
– todavía no nos explica las cosas – pero quiere jugar juntos, quiere compartir
el momento, se preocupa cuando estamos tristes.
Ahora también empieza ver
el mundo de los pequeñines – los dos peques de la casa le ven como un ejemplo,
como “alguien que lo sabe todo” pero
hasta ahora vivían mas al lado que juntos – ahora empiezan a compartir momentos – buenos y
malos pero compartir.
Siempre seguiré pensando
que para él la mejor terapia son “los peques” – exigiéndole constantemente
las ideas de sobrevivencia casera;)
También el hecho que
Nicolau va al colegio ordinario es otro punto muy positivo de su terapia y
adaptación – vemos que es capaz de seguir y adaptarse incluso de tener
comienzos de pequeñas amistades…
Por los peques… y su energía
incansable
y por aventuras de los hermanos;)
Bravo por Nicolau y esas ganas enormes de integrarse y superarse.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte para mi amigo y resto de familia.
Ricard
hola:) si, es un campeon de primera! Saludos:)
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