15 de diciembre de 2015

Prácticas obsoletas en la atención pública del autismo en Cataluña

Es la exigencia que hacemos, las familias de las personas con autismo y algunos profesionales, al Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya en la atención pública del autismo. Trastorno cuya prevalencia ha crecido exponencialmente durante la última década y que, se estima, afecta hoy a 1 de cada 150 niños/as. Aunque las estadísticas difieren según países y estudios, por ejemplo el Centers for Disease Control (CDC), en Estados Unidos, sitúa la prevalencia en 1 de cada 68 infantes a la edad de 8 años [1], debe considerarse el autismo como un trastorno de alta incidencia entre la población infantil.
En Cataluña se vive una anomalía en el circuito asistencial público del autismo, que resulta difícil de encajar en el marco internacional de buenas prácticas en los tratamientos de los Trastornos del Espectro Autista (TEA). El psicoanálisis es el modelo preferente y más dotado económicamente del sistema de salud pública en la atención precoz y asistencia infanto-juvenil de las personas con TEA. Las prácticas basadas en la evidencia científica, refrendadas por numerosas investigaciones, y reconocidas por la comunidad internacional como eficaces, son minoritarias en el servicio público catalán en la intervención terapéutica a las personas con TEA.
La terapia psicodinámica hace una consideración obsoleta del autismo, entendiéndolo como una reacción psicológica defensiva de un niño frente a factores traumáticos. Numerosas publicaciones científicas [2], y el consenso mayoritario entre los profesionales a nivel mundial, dejan claro que no hay evidencia que sostenga el origen psicogénico del autismo.
La Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud elaboró un informe en 2010, por petición del Departament de Salut, que analizaba la evidencia científica de las intervenciones en el autismo. A pesar de que el informe explica que existen problemas metodológicos en las investigaciones referentes a los tratamientos, hace hincapié en que existen guías clínicas basadas en el consenso de expertos [4, 5] que indican cómo deben ser estos tratamientos. En este sentido, el informe concluye que las intervenciones conductuales basadas en el modelo de análisis aplicado de la conducta son las recomendadas para las personas con TEA, y desaconseja las intervenciones psicodinámicas. Resulta paradójico que estas recomendaciones no sean consideradas y, por lo tanto, no aparezcan reflejadas en el Plan de Atención integral a las personas con TEA, elaborado en 2012 por el Departament de Salud en colaboración con los Departamentos de Benestar Social y Ensenyament.
Además, en los últimos 5 años se han publicado múltiples estudios y revisiones clínicas [3] que han aportado todavía más datos a esta cuestión, dejando claro qué intervenciones deben aplicarse en el autismo. Es necesario que toda esta evidencia sea considerada e incluida en el Plan de Atención a las personas con Autismo de la Generalitat de Catalunya.
Las familias de las personas con autismo y reputados profesionales en materia de TEA exigimos a la Generalitat y en particular al Departament de Salut:
  • Una intervención pública del autismo, integral, especializada y suficiente, desarrollada por equipos multidisciplinares que trabajen bajo las guías internacional de buenas prácticas basada en la evidencia científica. 
  • Que establezca que las intervenciones recomendadas según estás guías y el consenso mayoritario de los expertos [4, 5] son las intervenciones conductuales basadas en el modelo de análisis aplicado de la conducta. 
  • La creación de unidades de atención y diagnóstico especializadas, dotada de medios y que garantice la atención de las personas con autismo a lo largo de todo su ciclo vital. 
La cobertura pública al psicoanálisis por parte de la Generalitat, en la atención e intervención de las personas con autismo es inaceptable en una sociedad democrática y moderna, y muy probablemente no se ajuste a derecho por incurrir en mala praxis.
Ayúdanos a cambiar la vida de las personas con autismo y a racionalizar el modelo de intervención catalán del TEA firmando esta petición.

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Nicolau tiene 8 años y dos ordenadores que maneja como le da la gana, está acabando con vida del tercer iPod y no soporta ruidos fuertes. Empezó hablar antes en inglés que en catalán o castellano. Su primera palabra era “dit” – dedo en castellano – yo estaba de viaje y me llamaron desde casa para decir: ha dicho “dit”.. todavía recuerdo la habitación del hotel donde entonces estaba.. grabada ya para siempre en mi cabeza… Nicolau esta dentro del Trastorno Espectro Autista y su mundo es sorprendente y enriquecedor, es un privilegio estar invitado a conocerlo. Quiero que lo conozcas también.